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El otro lado de assieme

Archivo de motivación

Después de 430 archivos generados… mi Emprendo 2014

Después de 430 archivos generados, 1.378 emails intercambiados y más de 200 horas de trabajo, necesito escribir este post para liberarme del síndrome de Estocolmo que me ha generado Emprendo2014 😉

Cuando hace un año me propuso mi presidente Jose Enrique organizar el 1er congreso de AJEV y me dio carta blanca para desmontar el proyecto inicial y desarrollar uno nuevo, pensé lo que pienso siempre en estos casos: “no puedo decepcionar”. Para mí, la confianza es uno de mis mayores impulsos a la hora de llevar a cabo un proyecto.

No todos la dan y no todos son capaces de aceptarla.

Asumido el reto, el resultado ha sido un encuentro hecho por emprendedores para emprendedores. Un canto a la pasión, al entusiasmo y a la generosidad. Diecisiete ponentes que han puesto su tiempo y conocimiento al servicio de las nuevas generaciones de emprendedores y más de 300 asistentes respetuosos y entregados a ellos.

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Todo el esfuerzo realizado ha merecido la pena. A todos vosotros, los ponentes, mi agradecimiento por haber respondido incondicionalmente a mi llamada.

De Fernando Giner me quedo con: “No tengas miedo”; de David Pacual: “Debemos ser conscientes de que solos no podemos”; de Fernando Rivero: “Alinear los canales con el proceso de compra. No hagamos todo igual en todos los canales”;  de Dámaso González: “Debemos gestionar bien nuestros flujos de trabajos porque en teoría sólo tenemos 8h al día”; de Gersón Beltrán: “El futuro es el geoposicionamiento emocional: entender cómo se siente el cliente para ofrecerle el mejor producto o servicio”; de Pablo Antón: “No perdáis el foco. Si tenéis una buena idea que funciona, seguid evolucionándola”;  de Vicente Ruiz “Cuando entro a una reunión con mi equipo les dejo hablar, yo no sé de todo”; de Carla Royo-Villanova: “Mi abuela me enseñó que la calidad está por encima de todo”; de Ricardo Montesa: “Siempre he hecho lo que quería hacer sin importarme si iba a ganar más o menos dinero”; de Pedro Bisbal: “Tengo un máster de fracaso empresarial de 8 años” :-P; de Manuel Moreno: “Debemos conocer la escala de valores de nuestro cliente frente a nuestro producto”; de Ángela Pérez: “Si tienes socios, imprescindible contar con un pacto de accionistas redactado por un buen abogado”; de Javier Plana: “Con las proyecciones económicas debemos ser muy pesimistas al plantearlas, poniéndonos en el peor de los casos en previsión de ventas”; de Rafael Rel: “La tecnología y la innovación fomentan la colaboración y el intercambio ágil de conocimientos”.

Pero si hay algo por lo que de verdad merece la pena todo es ver la cara de felicidad de Pulsera Fallera cuando nos acercamos a su producto, las frases como esta que nos dijeron los chicos de Befallas: “Estamos super agradecidos porque con vosotros se nos ha abierto una nueva oportunidad cuando lo veíamos todo oscuro”, o la de Sergio López: “Gracias, porque me hacía falta ese pequeño empujoncito para retomar mi idea y lanzarme a intentarlo”.

Pues gracias a todos vosotros por hacerlo posible y mantener viva nuestra motivación. Como dije al concluir el evento “Trabajad muy duro para que la suerte os mire de frente, porque eso es lo que tienen en común todos los empresarios que hoy han pasado por aquí”.

Y ahora, como dice One Republic ¿“por qué no contamos estrellas en lugar de dólares”? 🙂

Blanca

Aquí y aquí tenéis más fotos.

Haz de tu motivación, tu fortaleza

Ya hace mucho tiempo que pienso que los objetivos que nos planteamos en la vida guardan una gran similitud con nuestros objetivos deportivos. Sí, lo sé, existen personas que no practican deporte alguno, los hay incluso que aseveran que no hay ninguno que les guste. Eso me hace creer que no han dado todavía con el suyo 😉

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Volviendo al tema de los objetivos, en los últimos meses he estado poniéndome a prueba a mí misma. Necesitaba un cambio, quería un cambio, deseaba encontrarme con la persona que un día fui y que fue desapareciendo bajo una capa de ansiedad, incertidumbre y preocupaciones varias. Y me di cuenta de que una forma de volver a encontrar mi equilibrio sería retomando más intensamente que nunca mi relación con el ejercicio físico. Mucho tengo que agradecerle a mi entrenadora Sabina, que supo motivarme desde el minuto uno (y en ello sigue).

Debo confesar que cuando hablo de mi relación con el deporte, me emociono. El deporte me ayuda a mantener mi mente despejada, a olvidarme de todo, a vincularme más a la gente a la que quiero. Cuando consigo superarme a mí misma deportivamente hablando, siempre me hace pensar que también puedo superar otros retos, como mejorar en mi trabajo, conseguir clientes nuevos, ser más valorada. Si puedes correr un kilómetro más cuando crees que vas a perder el aliento, si puedes hacer una serie más de tríceps cuando te gotea el sudor por la nariz, si puedes terminar de montar una vía cuando te tiemblan las piernas… si consigues enfrentarte así a tus miedos y debilidades, entonces… ¡puedes con todo! 😀

La vida, como el deporte, es un reto continuo. Aprende a ver tu fracaso como un nuevo punto de inicio, tus logros como una nueva forma de inspiración y tus debilidades como tus próximos retos. Y recuerda: la victoria no es dulce, es salada, porque se consigue… ¡sudando! 😛

Mireya

La vida es actitud, la empleabilidad también

Recientemente tuve la oportunidad de participar, gracias a la UCH-CEU, en el curso de la Universidad de Verano sobre emprendedurismo, el CEU Emprende. Esta participación fue posible por el relato que os presento a continuación y que resultó ganador en un concurso propuesto por la universidad para asistir al curso 🙂 Estoy muy agradecida porque la experiencia fue genial. Y me ha apetecido compartir aquí mi texto, que espero que os guste:

«Mi nombre es Mireya Pinazo, soy Responsable de Comunicación en Assieme, Imagen de Empresa y trabajo mi empleabilidad diariamente, sin descanso y con un 90% de motivación en el peor de los días, superando el 100% el resto de ellos.

Llegué a Assieme antes de la temida y laaaaaaaaaarga crisis, y al poquito de estar aquí, se abrió la tierra a nivel internacional y todos empezamos a tambalearnos, y así seguimos. La opción era sencilla: rendirse o seguir, y eso de rendirme nunca se me dio demasiado bien. Así que seguí en Assieme, y no fue fácil (y sigue sin serlo). No es fácil no saber si el mes que viene irá bien, si el cliente que debe dinero desde hace meses pagará o seguirá sin coger el teléfono, si el presupuesto deberemos rebajarlo una vez más… lo que sí es fácil es venir a trabajar sabiendo que será un día magnífico. Porque para mí la empleabilidad no empieza en el trabajo, ni cuando envías un CV, ni cuando tienes una reunión, ni cuando alcanzas un objetivo tras otro. La empleabilidad empieza antes de salir de casa, cuando te levantas de la cama y agradeces que ha llegado un día nuevo, todo un día para poder llenarlo de experiencias. Empieza cuando sonríes mirándote al espejo sabiendo que ese día vas a triunfar. Cuando te vistes con ese vestido que te queda tan bien y te hace sentir segura, y te pones esas sandalias de tacón con las que te ves tan guapa (siendo precavida y llevando una sandalia plana en el bolso, claro, je je). Así, sales de casa sabiendo que hagas lo que hagas, estará bien hecho, porque no puedes tener más ganas ni más fe en lo que haces, en quién eres y en dónde puedes llegar. La vida es actitud; la empleabilidad, también.

Actualmente estoy en un momento profesional que no cambiaría por épocas anteriores, en las que tenía más seguridad laboral, pero menos autonomía, menos experiencia y unas ganas de crecer, eso sí, intactas como hoy. Sé que estoy en el camino correcto, agradecida de todo lo que aprendo de compañeros, colaboradores, otros profesionales con los que coincido en ponencias y congresos, clientes, proveedores, etc. Porque para ser grande, además de uno mismo, los demás juegan un papel imprescindible, ayudándonos a crecer y a ser mejores personas y profesionales. Creo de corazón que esta crisis (moral y social, no sólo económica) nos ha dado la oportunidad de reencontrarnos con nuestro lado más humano, de luchar por nuestros sueños pero no contra nadie, sino al lado de otras personas que comparten esos mismos ideales y nos apoyan. La empleabilidad engloba para mí el trabajo en equipo, la generosidad, el compartir conocimientos, la ilusión, el respeto y, por supuesto, el trabajo bien hecho.

 ¡Y en eso andamos!

Gracias por esta oportunidad y por motivarnos con retos así.»

Cuestión de actitud

Hoy escribo en nuestro blog como excepción, a nivel personal, porque quiero contar algo que puede que ayude a quien se encuentre en una situación similar a la que me encontraba yo hace ahora exactamente 1 año cuando tuve que decidir entre arriesgar o dejarme arrastrar hacia la nada.
La cuestión es: Si predicen marejada para 10 años pero tú tienes que cruzar el mar porque la comida está al otro lado ¿qué haces? Te quedas sentado en la playa esperando a que pase, aunque sabes que morirás seguro, o cruzas y te arriesgas porque puede que se equivoquen y cambie el tiempo, o quizá eres un gran marino y no lo sabes…
Cuando empezó la crisis a hacer temblar la tierra y acabó resquebrajando medio mundo, me planteé ¿qué hago? ¿Me voy a casa, me meto en la cama y me tapo la cabeza hasta el 2018?, o lo que es lo mismo, ¿me quedo sentada en la playa esperando a que amaine el temporal? ¿o por el contrario, arriesgo, me reinvento y salto al vacío de esta incertidumbre? Os imaginaréis qué es lo que hicimos claro… Pues aunque suena raro, sé que no lo es, porque me consta que hay mucha más gente que le ha optado por esto, apostar y arriesgar. Y es que es curioso, pero esta crisis, lejos de desmotivarnos en Assieme, ha surtido el efecto contrario, ha conseguido que saquemos lo mejor de cada uno de nosotros ¿cómo? No lo sé, supongo que somos de aquellos que ante las dificultades se crecen, con una gran capacidad de resistencia, y un ego bajito, que nos permite adaptarnos sin sufrimiento.
A pesar de ser la peor época que me ha tocado vivir a nivel económico, es sin duda, la que a nivel personal, mayores satisfacciones me está dando. Nunca había disfrutado tanto con mi trabajo como ahora, nunca había tenido tan claro lo lejos que se puede llegar cuando uno realmente acepta el reto y ejecuta con hechos, nunca habría podido imaginar cuánto tenemos aletargado en nuestro interior desaprovechándose, nunca pensé tampoco qué grandes podemos ser individualmente cuando nos apoyamos en equipo.
Mi consejo: Asume lo que hay, escruta lo que tienes, desecha lo que ya no vale y rescata lo que tienes guardado y tapado porque creías que nunca te iba a hacer falta, quizá ahora te venga muy bien, y si no, busca, porque en algún rincón hay algo que te puede servir. Revisa tu estrategia, y puesto que esta palabra viene de la jerga militar, quizá sea el momento de cambiar obuses o morteros, por cañones, (o al revés, quien sabe). Por cierto, yo tenía un obús @toni_ficada y un cañón @Patricia_Sotos, con la mitad de su potencial echándose a perder. Ambos tienen una misma meta pero cada uno dispara de una manera y juntos alcanzaremos todos los objetivos.
Gracias compañeras, amigas, socias… sin vosotras nada sería igual. Gracias maldita crisis por haber despertado nuestro espíritu de superación.